El lugar tiene dos espacios bien diferenciados: al entrar hay un living confortable, la barra sobre uno de los lados, con una estructura de madera que le da calidez y clasicismo; luego, en un salón contiguo, varias mesas, el mejor lugar para quienes quieren cenar en un espacio más tradicional. La barra ofrece una propuesta de coctelería sin mayores pretensiones, combinación de clásicos (Bloody Mary, caipiras, Old Fashioned, Tom Collins, spritss, Martini, Manhattan…), y opciones como el Kingston cocktail (ron añejo, Kalhua y limón), el Bossanova (ron añejo, cognac, maracuyá y miel) o el trago que lleva el nombre del lugar, combinación de Absolut kurant, Cointreau, maracuyá, frutillas y jengibre. La variedad de bebidas es buena, sin alejarse demasiado de las etiquetas más tradicionales.
El lugar en los últimos meses se ha impuesto como espacio de encuentro en las horas álgidas de la noche, entre la medianoche y las 4 de la mañana, lapso donde todo lo que va a deparar esa noche toma su forma definitiva. Principalmente grupos de mujeres y hombres por separado se encuentran y definen el plan nocturno. El jardín es refugio para charlas, cruces de miradas y deseos. Quizás sea ésa una de las mayores virtudes del lugar, haberse transformado en un lugar donde encontrar y encontrarse. Con la confirmación de este espíritu el bar comenzó a verse abarrotado, complicándose la entrada. Para ordenar esto se impuso de jueves a sábado una consumición mínima de diez pesos para las mujeres y treinta para los hombres. Aunque es incómodo pagar por adelantado, ir a un bar es ir a beber, y un par de tragos ya suman esa consumición.
La recomendación es ir temprano y evitar la entrada masiva cercana a las 00hs. Los miércoles se están imponiendo como un día más tranquilo e igual de agradable y entretenido. Ambas barras están bien atendidas, entre los tragos que más nutren las noches festivas están el mojito, las caipiras (caipiroska y caipirinha) y el inefable y popular fernet con cola. Los martes hay happy hour y todos los días opciones en pizarra con las bebidas preferidas del lugar, creaciones del equipo de bartenders.
Tambien hay una parrilla que se enciende los martes y miércoles con propuestas especiales como lechón, cordero o algún corte especial que se encuentre en el mercado.
-Matthew Berler
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